Una rebanada de historias

Qué gozo sentí cuando te tuve de frente y la daga atravesó tu cuello, el dulce calor de tu sangre se podia sentir en mis manos y tu gesto de sorpresa me daba paz. En tus ojos vi como tú alma abandonaba tu cuerpo y yo solo sonreía, no dije nada, solo me puse a reír. Y aún asi seguiste con vida - Tienes razón - agache la cabeza mirando el pequeño cuarto blanco acolchado - vivimos de recuerdos - . Levante la cabeza -No soy un asesino a sangre fria, ni un psicópata, ni siquiera un criminal - tomé lápiz y papel - sólo soy un escritor - y seguí escribiendo, a solas, en mi pequeño lugar oscuro.

Una llama se reflejaba en sus ojos con una gran sonrisa en su boca y un semblante de satisfacción total dominó todo su rostro mientras recordaba lo que imaginó - "un cuchillo atravesó tu cabeza y tú ni siquiera lo esperabas" - miro sus manos aún manchadas con el líquido carmesi - no merces más, incluso el papel es un premio comparado con la porquería que merces por como la trataste - río desenfrenafamdese - pero aún así te atreviste a acercarte de nuevo - se burló - eres un maldito patético - cerró los ojos para suspirar después -no necesito acercarme a ti para estar satisfecho porque incluso con tinta te he matado más de mil veces - abrió los ojos y el dia comenzó de nuevo, miró su cigarrillo, tomo un encendedor, encendió la llama provocando un reflejó en sus ojos, sonrió y leyó de nuevo lo que había escrito.